22 diciembre 2008

Ésta es la mejor parte

Ésta es, en definitiva, una de las mejores partes de tener un blog: Publicar cosas que no tenés ni la más pálida idea de si la gente las lee o no, pero tampoco te importa mucho.

Te da la libertad de escribir a sabiendas de que si hay público es anónimo. Y eso no se paga con nada. ¿Por qué un escritor podría llegar a decir semejante disparate?. Es muy sencillo: Vuelve el fantasma de lo desconocido, pero ya con los miedos superados, el miedo al que dirán no está más y uno puede escribir para sí mismo.

Igualmente sigo programando las entradas, no sea cosa de que me agarre desprevenida la falta de inspiración. En éste momento más que falta de inspiración, que no la hay, es falta de tiempo propio. Últimamente escribo cuando nadie me ve, cuando me hago un espacio, no como en estos últimos meses que la cosa era escribir todo el tiempo y después corregir.

Ahora es como tener un amante secreto, escribir pasa de ser un hobby rutinario a ser un lujo de alta necesidad, y eso le da un gustito extra, un placer inigualable.

Espero poder escribir algo más en el 2009, pero no garantizo nada. Quiero empezar a hacer más guiones, pero para hacer algo de una hora necesito un tiempo inigualable del cual no dispongo dentro de mi tiempo muerto.

¡Oh margot!.

Me acabo de dar cuenta de algo.

¡Estoy pensando en escritura alta! Jejejeje.

En fin, siempre dije que el ideal para escribir es cuando nadie te lee, y éste momento es maravilloso justamente por eso. Prefiero morir en el anonimato antes que escribir bestsellers.

Dixit.

09 diciembre 2008

¿Guardabosquismo femenino?

Mi madre me dijo, y con gran sabiduría, que cuando uno se ennovia, se ennovia también con la familia del otro. Y un amigo me dijo que las mujeres, en cuanto a hermanos varones menores se trata, son más guardabosques que los hombres.

Después de haber conocido a mi primer cuñada, le creí. Nunca había sufrido un interrogatorio del tipo FBI, más bien había visto cómo lo sufrían mis novios con mi madre. Creo que es una cuestión de karma, o de que siemnpre hay una primera vez para todo.

Nunca tuve tanto miedo de que me metieran adentro de una olla y me cocieran viva. En realidad después no fue tan horrible, digo, después de la balacera de preguntas. Creo que se informó de toda mi vida en cuestión de 20 minutos, no exagero.

Pero la segunda que me tocó conocer fue absolutamente todo lo contrario. Aún me pregunto si canchereó para que yo me soltara más, pero creo que no. Salimos esa vez de a parejas, y pasamos bárbaro.

Creo que el guardabosquismo femenino pasa por el recelo de cuidar a un hermano, cualesquiera sea, de la forma que sea. Yo creo que la segunda utilizó un método más acorde a mi ser, mandándome un mail.

(Che, no te culpo, si hubiera salido a mi madre haría lo mismo con los candidatos de mi hermana, los mataría a preguntas, y hasta los curaría de espanto).

Y la teoría de mi novio: Si con la primera no saliste corriendo, no salís corriendo más.

Gracias mi amor, yo también te amo, pedazo de @#$%&…(cosi cosi currucucú, jajaja)

17 noviembre 2008

Eu namorei

…Y cuando creía que no me iba a enamorar tan rápido de alguien, pasó. Es decir: No hace tanto terminé con el anterior, y si bien tuve mi descanso, ahora encontré a éste, a él.

Hace poquito que estamos saliendo, y me siento como en mi pre adolescencia, eso de hacer manito y el “Te quiero” y el caminar como mirando vidrieras por la calle.

Yo que sé, soy partidaria de que el amor te vuelve benéficamente estúpido, y ahora estoy casi que con los arcoiris y los unicornios (hasta tal punto estoy metida que parezco como si tuviera alzeihmer, me voy olvidando de las cosas).

Los pajaritos en la cabeza me tienen mal: mi mejor amigo empezó a correrme con una alpargata por la azotea de mi casa gritándome “¡¡¡Devolveme a Inés!!! ¿Qué hiciste con Inés?” porque me agarró lavando, cocinando y cosiendo, cosas que jamás en la vida haría por mí misma sin ser por coacción.

Y si, si entre los dos empalagamos a medio Uruguay, aquéllo parece un derroche incesante de miel. Pero ta, yo que sé, mientras no pierda mi sentido ácido del humor ta todo bien.

15 octubre 2008

Blog Action Day 08 – Pobreza

Pasa, porque a todos nos pasa, que a veces nos molesta el pobre. No es que realmente nos moleste per se, pero es que uno no tiene 100 monedas para darle a todos y cada uno.

¿Alguna vez nos pusimos a pensar en que no sólo necesitan monedas?.

Toda esta gente no quiere vivir así, por supuesto que no. Quieren lo mismo que cualquiera, darles oportunidades a los hijos, trabajar, comer, tener un hogar con agua potable. Pero lo que nos diferencia los unos de los otros es que en algún momento, o nosotros o alguno de los que nos anteceden, tuvo una oportunidad. O se la hizo, o la laburó de abajo, o los inmigrantes trajeron algo que a éste país le servía, y nosotros, herederos de generaciones de inmigrantes, heredamos también esas oportunidades.

Porque todo muy bonito con decir que gracias a Varela tenemos escuela gratuita y obligatoria, pero la escuela sólo te da una base, la escuela no lo es todo. Por ejemplo, yo me presenté para trabajar en un ente del Estado, y tengo estudios universitarios, un inglés a nivel de CAE, conocimientos de computación, y quedé en el puesto nº 410.

Si yo me quedo en un puesto 410, el que recién terminó a duras penas el liceo, el que terminó en la escuela, el que sale de la cárcel, ¿qué oportunidad tiene de conseguir un empleo?. Porque el Estado ayuda en la rápida, en dar comida, algo de plata, un techo por las noches. Pero ese techo, esa plata, esa comida, no dura toda la vida. El Estado no crea oportunidades de trabajo, en alguna medida contiene el desborde de agua de un río en un vaso de agua.

Y eso que estamos en un Estado Social de Derecho, un Estado que ha absorbido en todas sus esferas, agrandando el aparato estatal a más no poder, para cubrir estas necesidades, que son básicas. La ayuda que brinda también es básica, porque el que quiere estudiar de verdad sabe que por más pública que sea la enseñanza, de gratuita tiene poco y nada.

Cuando iba a animar gurises en escuelas de barrios carenciados, veía que más allá de que les des comida, les des educación, ellos también necesitan otras cosas. Necesitan crear lazos afectivos, emocionales, que si eso falta en la casa ¿quién se los va a dar?. Por lo general los gurises tenían que laburar en la calle para poder llevar comida a la casa, pero la mayoría de la gente se olvida de que son niños, de que ellos a esa edad deberían sólo jugar. A eso íbamos nosotros, una vez por semana les devolvíamos eso de la felicidad de jugar como niños.

Pocas veces estamos dispuestos a dar una mano, es mucho más fácil donar ropa o comida, y hacer beneficencia. La beneficencia hace que puedas lavarte las manos, apoyar en algo básico, pero nada que te involucre emocionalmente ni a vos ni a ellos. Es más fácil donar una frazada que ir a pintar casas en barrios carenciados. En definitiva ¿qué nos diferencia de ese Estado que dice ser intervencionista, pero que lo es sólo cuando le conviene?.

Invito a reflexionar este día a que aunque sea una vez, influyan en algo a esas personas que no sólo comen y se visten, sino que además tienen sentimientos, emociones y pensamientos. Que no sólo necesitan de nuestro dinero, sino de un lazo humano.

03 octubre 2008

Be hollow to feel the flow

Cada vez reina más la estupidez sobre la inteligencia, la superficialidad sobre la profundidad, la banalidad sobre las cosas que realmente son importantes en la vida.

Hoy mi mejor amigo hizo un intento, realmente tristísimo, de hacerme creer que lo que es superficial está bien, se debe hacer.

Capaz que se debe a mi histeriquez, o a mi falta de comprensión sobre las cosas banales, porque realmente, cada día más, las cosas me resultan más y más banales, sin poder darle importancia a lo que realmente vale. Pero creo que no es así, creo que la gente va perdiendo la noción de lo que realmente importa, y eso no me enfurece, pero me entristece bastante.

Llego a las 4 de la mañana con ganas de escribir sobre esto, porque me tiene medio caliente el que una de las personas más importantes para mí, una de las personas en las que más confío, me quiso hacer ver que la irresponsabilidad está bien, que irse a acostar con cualquiera está bien, está todo bien, todo vale en esta vida porque nada garantiza que haya una próxima.

Es triste que me de lástima, es triste que me parezca que él está muy venido a menos, por lo menos comparado a lo que era 9 años atrás. Se volvió uno más de estos huequitos que rondan por la vida sin saber qué es exactamente lo que quieren, quieren algo y lo quieren ya.

Y yo no quiero creer que la única persona que representa un soporte en mi vida (los otros ya no están entre los vivos) se volvió uno más de los impensantes, de los irracionales, que no quieren pensar y tampoco les importa sólo por el maldito hecho de seguir la corriente, de ser parte de algo.

Cada vez encuentro menos mi lugar.

02 octubre 2008

Soundtrack de mi vida

Discutía con un amigo sobre si las canciones de las que uno tiene buenos recuerdos son porque uno las tenía en la cabeza o las escuchó en el momento, o empatizó con la letra.

A éste sentimiento le pusimos “el soundtrack de la vida”, porque, por el motivo que sea, uno asocia canciones a ciertos eventos, tristes o alegres.

Y éste personaje me pidió un compilado de lo que yo consideraba el soundtrack de mi vida. Supongo que podía haberle puesto cómo conocí a uno de mis ex que me llamaba por teléfono y me ponía Monterrojo, o cómo estando en la rambla otro de mis ex quería ir a Bs.As a escuchar a ACDC conmigo. Conocí a mi “querido” porque los dos escuchábamos a Martín Buscaglia, lloraba con Shakira o con Blink 182 cada vez que rompía con alguno, me emocioné al escuchar a Nobuo Uematsu con la sinfónica japonesa, me acordé de cómo mi viejo escuchaba a B.B. King en el auto (y ahí nació mi amor por el blues), y de cómo envidié malsanamente a Nicolás Ibarburu el día que apareció en lo de mi profe de guitarra y a mí no me salía un maldito acorde de murga. El Danubio Azul me hace acordar cómo bailaba excelentemente el vals mi abuelo.

El soundtrack de la vida de cada uno es complicado, porque significa mucho para el que lo arma, y muy poco para el que lo escucha. Éste no tiene los recuerdos de cada cosa que pasó con esos temas fantásticos que hacen que influyan en la memoria (y hasta la imaginación) de uno.

24 septiembre 2008

Luchando contra el cambio constante

Una vez terminé el blog que me inició en esto de escribir cotidianamente, sentí que me faltaba algo. Si, señores, a los escritores también nos falta algo cuando dejamos de escribir.

Bueno, ya llamarme escritora es algo soberbio de mi parte, pero por un rato finjamos que así es.

El asunto reside en que escribir sobre mi vida era algo a lo que le había tomado el gustito, por decirlo de alguna manera, y encontrado la vuelta como para que, si bien no era anónimo, estaba algo refugiada en el anonimato. Y era divertido hasta que en algún momento me quedé sin cosas para decir. O más bien, que el ejercicio constante de escribir sobre la vida misma, llega un momento que es agotador.

Digamos que pasa lo mismo con la ficción, que en algún momento dejan de acabarse las “brillantes” ideas, y todo lo que se escribe es paupérrimo. Si por cada vez que quisiera cambiar el estilo del blog porque me parece que me quedé sin cosas para contar me dieran un euro, viviría de mi blog en una isla en Grecia.

Hoy me dijeron que extrañaban lo que escribía antes. No se si pudiera volver a ello, me resisto, creo que futilmente, a volver a escribir sobre realidad y no sobre ficción. No creo que se me de bien ni lo uno ni lo otro, pero estoy en esta nueva etapa, y quiero por lo menos darle forma, antes de cambiar nuevamente de estilo.

Yo que se, tal vez esté en mi personalidad ir cambiando constantemente, de alguna manera nunca da una sensación de estabilidad. Y tengo que lograrla por lo menos en esto, ya que en otros planos de la vida me es casi imposible -no porque no quiera, sino porque las circunstancias que me rodean son más fuertes que mi voluntad-.

Tal vez algún día vuelva a escribir así, como estoy escribiendo ahora. Meanwhile, me quedaré con los cuentos, hasta que logre algo mínimamente potable de leer.

21 septiembre 2008

A dog's life

Nunca es fácil encontrar a alguien que quiera a un perro, sobre todo si no hay mucho tiempo para pensarlo.

Ése fue el problema que nos encontramos cuando hace dos días mi hermana sacó a nuestros perros a la vereda. Un perrito se acercó a nuestro perro grande y empezó a olfatearlo, y cuando metimos a nuestro perro, se quería meter en nuestra casa. Como era un cachorrito, nos dio cosa que pasara la noche solo y lo metimos en casa.

Cosa adorable, estuvo todo el fin de semana en casa. Como todo cachorro, nos adoptó a mi hermana y a mí como dueñas, porque si hacía mucho frío íbamos a taparlo o a jugar con él. Pero no podíamos entrarlo en la casa, no estaba vacunado y, aunque estaba sanito y sin pulgas, podía tener algún virus o algo.

Así que ayer casi mi madre lo manda a un refugio, pero hoy encontramos un dueño, después de poner en foros y páginas las fotos de él, de hablar por teléfono con todo el mundo. Qué suerte, porque ese perrito se merecía con creces un dueño, nada más necesitado de mimos y cariño que él.

Me sentí extrañamente triste, fueron dos días, pero ayer soñé que terminaba en un refugio, atadito a un árbol, llorando por el resto de su vida. Y me levanté a las 8 de la mañana, de un domingo, pensando que fuera como fuera le iba a encontrar un hogar.

Ahora lo extraño porque lo cuidé como si fuera uno de los míos.

Y sé bien que el día que tenga un perrito lo voy a adoptar en un refugio en honor a él.

18 septiembre 2008

¿Egoísmo o precaución?

Una vez una psicóloga me dijo que ante las discusiones en donde hay dos o más personas que son queridas para uno, lo mejor es no entrometerse.

Creo que tiene razón. Es lo más sano para uno, porque no toma parte de una posición, la discusión en ningún caso beneficia a nadie, y uno por lo general sale herido.

Esta posición que asumí para algunos es egoísta, porque no hay voluntad de involucrarse en los problemas y situaciones de los demás. Y es verdad, es bastante egoísta, pero creo que los que piensan así no tienen en cuenta que el tercero en cuestión también tiene sentimientos, y tal vez no los quiera poner en la línea de fuego. Para aclarar, en este caso yo soy la tercera en cuestión.

Lo tomo como una forma de precaución: Si yo no me invloucro en este tipo de cosas, no hay forma de que salga herida. Es una suerte de barrera defensiva que he armado con esmero durante años.

Como esto de las relaciones suele ser recíproco, este leit motiv tiene sus desventajas: Si yo no me intereso por los problemas de los demás, el resto no se va a interesar por los míos. Tiene como efecto secundario dejos de soledad, ausentismo, ignorancia, entre otras cosas.

¿Me es contraproducente ser así?

16 septiembre 2008

What if

Ése es mi gran problema, y siempre lo fue. Soy una persona que, lejos de terminar las cosas que empieza, nunca termina sus actividades. Mentira, es peor, nunca termino nada.

Como en el post anterior de la música, nunca terminé de ir a clases de guitarra, pero no me resigno a venderla a Lorena (mi guitarra). Tampoco terminé nunca mi inglés (me falta el Proficiency), ni italiano ni português. No soy una gran ajedrecista, ni creo que lo vaya a ser, ni creo que vaya a aprender jamás la diferencia entre un Tabaco Odissey y un Special Latakia Flake. Cada vez bailo menos salsa, y hace tiempo que no termino una cuponera del gimnasio. Nunca me encaré a nadie y por lo general me aburro fácilmente de los hombres cliché.

Pero ¿qué pasaría si fuera buenísima jugando al xadrez, si supiera tres idiomas, si tocara la guitarra (a esta altura debería ser Jimi Hendrix si hubiera practicado), hubiera conocido un amor solemne, tendría más amigos, parecería intelectual, o una gran jurista, comería sushi o me tomaría un té de hongos.

Siento que me falta probar muchas cosas, y no aprovecho mi tiempo en ello, sino que siempre me quedo pensando en el “What if”. Tengo que cambiar eso, tengo que dar un paso adelante e intentar terminar algo, por más pequeño que parezca, tengo que saldar cuentas con el pasado, tengo que vivir un poco más como para poder contarles a mis nietos que no me pasé quejando de la vida, sino que la viví a pleno.

Música

Se me dio por pasar videocassettes a DVD’s, y entre ellos encontré un par que me levitaron viejos recuerdos enterrados por ahí. El primero era de un concierto de Metallica de los 80 y algo más o menos, el otro tenía un potpourrí entre Martín Buscaglia y Sankuokaï.

Me acordé de aquellos tiempos en los que se me dio por aprender a tocar la guitarra. Aquella era una odisea interesante: Intentar comprender un lenguaje universal y ejecutarlo de acuerdo a mi capacidad (que probó ser casi nula) con los instrumentos, y a mis sentimientos.

Creo que ser músico tiene algo especial, por lo general en este país da igual si uno es un escritor, pero al músico se lo tiene por allá arriba. Supongo que es porque todo el mundo puede escribir, pero no todo el mundo puede tocar una sucesión de cuerdas, o soplar adecuadamente, o tamborilear al ritmo de corcheas, redondas y semifusas.

Siempre sentí gran admiración por los guitarristas, sobre todo después de que entendí lo difícil que es tocar tal o cual cosa, después de hacer el solfeo majestatico, después de tocar los mismos acordes durante horas. Pero capaz la sucesión de acordes de ese instrumento me llamó más la atención que un solo de batería, por ejemplo.

No hay nada que no se aprenda con la práctica y con el tiempo, eso es seguro. Mi pasión por la música no ha disminuido, ha cambiado nomás.

19 agosto 2008

De las cosas que nacen y de las cosas que son

Charlando con un amigo con el que nunca nos vimos (solo hablamos por Internet), él me dijo que nuestras conversaciones él se las imagina tomando mate en la rambla conmigo. Y de ahí nos pusimos a reflexionar sobre las cosas que nacen y las cosas que son porque son.

Es cierto, hay cosas que por diferentes intereses, cosas en común, nacen. Tal vez en otras circunstancias no se hubieran dado, pero dada la teoría del caos, la sincronicidad y todas estas cosas, pasan.

Y hay otras cosas, que sin importar las circunstancias, sin importar los cataclismos, las variedades políticas, las distancias, son. Ésas cosas sabemos que tarde o temprano se dan igual, porque eran “meant to be”, porque estaban destinadas a pasar. Esas cosas son.

Mi amistad con él “es” porque sinceramente creo, que aunque él viva en Concordia y yo en Montevideo, se iba a dar igual. Ojo, esto es posible ahora más que nunca con Internet, pero supongo yo que los grandes encuentros de antes serían más memorables por lo dificultosos de lograr.

Aún así, hay cosas imperceptibles a los ojos del ser humano, que hacen que dos personas estén en total sintonía. No es algo que se calcule, no es algo que uno pueda planearlo, simplemente pasa. Lo mismo pasa a la inversa: Hay cosas que nunca serán, por más que intentemos forzarlas.

Pero de eso no nos enteramos hasta más tarde, ji.

09 agosto 2008

Cada vez, cada vez…

Cada vez me siento más sola, porque entiendo que no hay nadie para mi ahí afuera.

No se, siento como que la gente no quiere saber de nada con compromisos de más de tres meses, siento como que la gente es dispensable, y eso me asusta, porque eso querría decir que los valores se perdieron, uno no va a buscar al que le gusta, sino al que le sirve.

Lo experimento en carne propia, el que me quiere, sólo me quiere ver durmiendo al lado de su almohada y nada más, no le interesa absolutamente nada de lo que pueda querer yo, y eso no es que me preocupe, sino más bien que no encuentro a alguien de “la vieja escuela”.

Hoy mi mejor amigo, de una caja de Bon-o-bon, me recortó 38 corazoncitos para mi. ¿Para qué quiero corazoncitos? Antes yo lo puteaba porque él me decía que no creía en el amor. Ahora él debería putearme a mí, porque soy yo la que no cree en el amor, y él si.

Antes solía creer que allá habría alguien que me quiere por lo que soy, que me respete. En este sentido soy medio traumada, pero es porque en el pasado no me fue muy bien que digamos. Mas bien fue que con las personas que he tenido a mi lado, me sentí muy infeliz. Por diversas razones en general, pero nunca me sentí realmente amada.

Y a esta altura no se is eso puede estar a mi alcance, no se si por ahí existe alguien a quien pueda amar.

Porque para bien o para mal, tengo una coraza del tamaño de una armadura, y desconfío naturalmente de todo aquél que intente acercárseme. Nada colabora con nada.

En fin…

31 julio 2008

La soledá

JuanT escribía en su blog (che, que disparate, vengo leyendo a JuanT todos los miércoles como los fieles que siguen una religión) que cada vez nos encontramos más solos, porque tendemos a aislarnos. Cita un artículo, que habla de que aprendemos a quitar lo molesto de nuestras vidas, y en realidad, ese pensar diferente, es lo que nos hace como sociedad.

Un ejemplo era que si hay alguien que piensa diferente a nosotros, tendemos a no tolerarlo, cuando antes era común aceptarlo. Ahora buscamos foros en Internet sobre los temas en los que hay 200 personas o más que piensan lo mismo que nosotros.

También decía que cada vez tendemos a confiar en menos personas, porque las amistades ya no son subjetivas.

A raíz de esto, me puse a charlar con mi mejor amigo sobre esto mientras caminábamos hacia su casa, y quedó pensando sobre esto él también. Me agregó que en un libro que él leyo (que me lo citó al autor, que no me acuerdo quién es, pero el libro se llama “Amor líquido”) decía que cada vez las relaciones se manejan más como en la economía capitalista, todos somos desechables, las parejas se buscan por grados de objetividad, éste me sirve por tal o cual motivo, y no por una cuestión de puro sentimiento.

Ya no existen los enamoramientos de antes, ni el morir por amor.

Creo que la gente está perdiendo esa condición humana, subjetiva, de sentir a las personas, no tanto ponerlas en una balanza y decir esto me sirve y esto no. Ya no está eso de que la quiero porque la quiero. Creo que mi hermano es lo más cercano a un sentimiento sincero que he visto, él cuando dice “Te amo mucho hermanita” realmente lo siente así, no es como el “Te amo” que se dice mi cuñado con mi otra hermana, que parece más una moneda de cambio, algo dicho totalmente al azar.

A todo esto se suma que ví “Wall-E”, la película de Walt Disney.

Es fantástica, en el sentido de que irónicamente refleja en un futuro lejano la sociedad de hoy en día. Lo que me resulta triste es que se necesiten dos robots que se aman para salvar a la humanidad, porque el ser humano, con tanta tecnología, queda incapacitado para relacionarse con los demás. Además que dos robots se amen es como un mensaje subliminal de Walt que dice “Miren que si los seres humanos individualistas pierden la capacidad de amar, se va a necesitar a dos seres que carezcan de por sí de sentimientos, que los van a tener programados por aquéllos que los perdieron, para salvarlos”.

No se, me parece que estamos en el horno (me incluyo). Realcionarnos es una cosa que cada vez cuesta un poquito más, y sentir y confiar aún más. Deberíamos empezar por ser tolerantes con aquello que nos jode, para aprender a ser sociedad, y cuando lleguemos a ese punto vamos a poder relacionarnos como la gente de antaño, que saludaba al vecino todas las mañanas.

23 julio 2008

De los uruguayos

Somos un país que no tiene catástrofes naturales, la criminalidad está dentro de los parámetros normales (es decir, yo estoy segura de que voy a la Facultad y nadie me va a secuestrar, ni a tirotear), estamos mejor económicamente que otros países, incluso dentro de Latinoamérica, no sufrimos de discriminación ni somos mayormente discriminantes, y la mayor causa de muertes son los accidentes de tránsito.

Pero nos quejamos como si el clima fuera a traer un tornado, nos fueran a asaltar cada vez que salimos de nuestra casa, esa persona que nos va a asaltar seguramente sea un plancha que está pasado de pasta base, y la plata no nos va a rendir jamás.

Algo de razón hay. Pero señora, yo no veo que usted deje de comprarse ropa, y señor, yo no veo de que deje de fumar para que le rinda la plata un poquito más. Tampoco veo a gente voluntaria en las escuelas para disminuir el índice de abandonos, ni ayudando a rehabilitar a los presos de allí, ni respetando las leyes de tránsito para reducir la tasa de mortalidad, ni protestando con una cacerola cuando le suben la contribución.

Nop.

Al uruguayo le gusta quejarse y alarmarse, pero en la chiquita.

Los argentinos serán tal o cual cosa, pero por lo menos protestan, y en grande.

Señoras y señores, si no nos ponemos las pilas, si no ayudamos aunque sea un poquito, no va a cambiar ni el clima, ni los asaltos, ni la falta de plata. No va a cambiar nada.

La inconmensurable estupidez humana

Yo se que no soy ni la fuente de la sabiduría, menos la de la experiencia, que soy joven, que tengo mucho camino por delante, que no me las se todas ni cuando tenga 80 me las voy a saber, que no soy referencia de nada ni de nadie, que soy un cero flaco a la izquierda de la vida, y todas esas cosas que le dicen a una.

Pero cuando se trata de pensamientos estúpidos, está esa gente soberbia, que se las da de sabelotodos, de gente sabia y experiente, de intelectuales de la posmodernidad, de la mismísima cultura, que habría que tirarlos a todos adentro de un pozo, vaciar las reservas naturales de petróleo dentro del mismo pozo, y prenderlo fuego con un lanzallamas.

Una cosa es venir a decirme que la madurez conlleva responsabilidad, que conlleva libertades y obligaciones junto con ella, etcétera etcétera, pero venir a decirme que soy inmadura porque me olvidé de colgar la ropa, vamos che, yo se que la ropa se seca, capaz que no hoy, pero en unas horitas se seca en el mismo canasto en que uno la pone para colgarla. Nadie se muere por no colgar la ropa, uno no se va a dejar de hacer responsable de sus hijos, ni va a dejar de laburar o de estudiar, no va a empezar a matar gente ni a dejar de votar, sólo porque se olvidó de colgar la ropa.

Hay veces en las que no entiendo qué conlleva la madurez, porque los criterios para embretarla son tan difusos como decir que el dadaísmo es parte de la cultura que promueve Britney Spears. Es estúpido pensar así.

Creo que todo esto forma parte de esta cultura hueca que se nos impone a los seres humanos, vivir para trabajar, trabajar para poder consumir, cuanto menos nos relacionemos con los seres humanos mejor, y por este camino vamos hasta que en algún momento el delito de ultraje al pudor va a estar definido como: “Comete ultraje al pudor todo aquél que por medio de un e-mail, chat, comercial de televisión o de ropa interior, mostrare un poco más de lo previsto en la edición digital de Playboy.tv, penándose con 10 a 15 años de sustracción de la conexión del ADSL”.

No jodan mierda, así no quiero traer hijos a este mundo, porque no quiero llegar al punto en el que mi máxima preocupación sea lavar los platos, es como que uno deja de sentir para pasar a ser un robot. Por eso no me cabe la menor duda de la decadencia de la poesía inteligente para dar paso a la micropoesía adolescente, esa que es como tomarse un litro de miel y escrito con ke, vs, tmb, y toda la menor cantidad de vocales que se les pueda ocurrir.

Y cuando alguien dice o expresa lo que siente, por lo general suena raro y obsceno al oído común, es como algo inaudito, algo prohibido, un maldito tabú. La estupidez humana llega hasta el grado de que hablar de uno mismo con respecto a los demás, pero de lo que se puede sentir de verdad, más allá del “Me quiero coger a Fulano/Mengana” -tristemente, esta semana lo oí como 40 veces-, sea algo que está fuera de los cabales del común de la población.

Mi vieja a veces tiene esas cosas de rubia hueca que son comunes a toda la población. Felizmente, a veces se expresa, aunque le importe un bledo lo que puedan opinar los demás, es más, jamás le importará lo que le digan los demás. Pero queda en esa persona, un resquicio de lo que a los clásicos se les daba por llamar “sentimiento”.

(Admito: Tiene sentimientos, pero la mayoría de las veces coliden con los míos).

En lo que a mí respecta, prefiero no madurar, si ser estúpida es lo que se obtiene como resultado.

Work-a-holic

Acabo de leer esto, que me tiró todas las pretensiones pesimistas al piso:

…pero sí puedo decir que la felicidad engendrada por una cantidad avasallante de actividades y proyectos, es una fantasía; existe en el imaginario, tal vez en las series de televisión cada vez que una sobradora rubia le dice al loser que la persigue “-Get a life!”.

Todos sentimos que lo que hacemos no es suficiente, el mundo capitalista-consumista nos convierte a todos en histéricos deseando más de lo que tenemos. Puede ser un pantalla plana, un doctorado en Princeton, un conejo inflable, una familia, un libro escrito por uno mismo o una foto autografiada de la Coca Sarli, pero siempre estamos insatisfechos, siempre podemos hacer más y no lo hacemos. Y es exactamente por eso que sin importar cuan ocupada haya sido nuestra vida, siempre existirá un vacío que nos hará identificarnos con estos personajes. Sentimos lástima de nosotros mismos, reímos, nos enamoramos, viajamos y cambiamos de humor junto a ellos.
Viene de acá
————————————————————————————–
Y después está esto otro (si van a comentar, comentenle a JuanT que fue el que lo escribió):
Manifiesto de un joven:
Es una carga bastante pesada ser joven: se supone que tienes tanto en tus manos, tanto futuro, tantas facilidades, que hasta te sientes un poco estúpido por no aprovecharlas.

Se supone que tienes mucho tiempo a tu disposición, que puedes como nadie dedicarte a pensar y a hacer lo que realmente quieras. No nos engañemos: eso no es cierto, es la primer mentira que hay que tirar abajo. Si sos joven estás en la etapa en que tienes que salir adelante, hacer algo “por tu futuro”. Aunque no tengas idea de qué hacer, eso no importa, algo tienes que hacer.
Si estudias, tienes que hacerlo con ferocidad, con todas tus fuerzas, buscando salvar la mayor cantidad de materias por año que puedas para mantenerte adelante en la carrera, sin importar demasiado cómo. El plan educativo que tenemos los jóvenes de este lado del mundo asume que tienes todo el tiempo que necesitas para absorber todos los conocimientos, digerirlos, procesarlos, al mismo tiempo que también entiendes por qué tienes que hacer las cosas de ese modo, por qué tienes que aprender las cosas así. Nadie se molesta en explicarte el por qué de muchas cosas, las conexiones entre lo que necesitas, lo que estudias y lo que te sirve no son tan claras, pero no importa. Solo se paran con una regla al final, miran tus números, y te miden. Vos, en números.

Por supuesto, estudiar es solo la punta del iceberg: se estudia para trabajar. El trabajo, cuanto antes se consiga, mejor. Si sos estudiante, tienes más posibilidades de conseguir un trabajo, porque te pueden pagar menos, porque si te equivocas no se van a molestar tanto, en todo caso, sos justo lo que necesitan. Si ya estás recibido y no trabajaste, lo siento: está bien que hayas estudiado en profundidad, está bien que hayas querido terminar una etapa de tu vida y luego comenzar la otra, pero no es lo que necesitamos.
Entonces te conviertes en un adulto, en una persona con responsabilidades, antes de siquiera asumirlo, antes de darte cuenta. Estás ya metido en el esquema, y te fue pasando de manera tan gradual (y, después de todo, “todo el mundo lo hace”) que no pudiste pensar si ese era el esquema que querías para vos.
Y pobre de vos si quieres parar. Si todos lo hacen, tú también tienes que poder estudiar y trabajar. ¿Y vivir? Bueno, eso más tarde, sos joven, ya tendrás tiempo.

Somos jóvenes en una sociedad en la que todos quieren ser jóvenes. Somos poderosos solo por eso, sin saber bien qué tiene de especial. Todos buscan ser como vos, buscan ser jóvenes de vuelta, y vos tienes que estar viviendo maravillosamente esta etapa, porque es lo más próximo a la felicidad que vas a llegar. ¿Es que ser adulto es tan malo? ¿Da tanto miedo? ¿Si esta época no se siente como la mejor de mi vida, el futuro no será mejor?
¿Qué me están diciendo?

Dicen que la juventud está desperdiciada en los jóvenes, que no haremos nada con ella que desperdiciamos el tiempo. Si yo fuera tú, te dicen los que te doblan en edad, si yo fuera tú estaría viviendo al máximo, aprovechando al máximo esa “etapa” de tu vida.

La juventud puede ser una época llena de idelaes, de mitos y de ignorancia, de ideas que existen flotando sin considerar la realidad de nuestros días, pero sin esos ideales, sin esa creencia de que se puede conseguir algo mejor no se puede mover al mundo.
Qué importa si no hacemos lo que nos dicen que hagamos, de todas maneras creceremos y sin darnos cuenta ya seremos adultos, y claro que habremos desperdiciado oportunidades. Pero la juventud no tiene que ser sobre demostrarle al mundo lo que valemos, la juventud nos tiene una tarea mucho más difícil entre manos: demostrarnos a nosotros mismos lo que valemos, el resto llegará con el tiempo.

Y si no llega…bueno, al menos disfruté de estar vivo.

————————————————————————————–

Twinkle, Twinkle Little star

You are The Star

Hope, expectation, Bright promises.

The Star is one of the great cards of faith, dreams realised

The Star is a card that looks to the future. It does not predict any immediate or powerful change, but it does predict hope and healing. This card suggests clarity of vision, spiritual insight. And, most importantly, that unexpected help will be coming, with water to quench your thirst, with a guiding light to the future. They might say you’re a dreamer, but you’re not the only one.

What Tarot Card are You?
Take the Test to Find Out.

—————————————————————————————————-

Hay veces que me siento como una pequeña estrella de la carta de Tarot, llena de esperanzas, expectativas y promesas brillantes. Lástima que nunca llego a terminar nada. Como dice mi carta, soy una soñadora sin remedio, me cuesta admitir que la vida real no es tan facil como la pintaron. Las expectativas perduran hasta que se pierde la esperanza, y hay días que siento que la esperanza se drena.

Otros estoy un poco más optimista con la vida y dejo que me sorprenda un poco el mojarme con los días de lluvia, sentir cómo las gotas recorren mi cara. Como hoy.

Y que bruto resfrío me agarré por culpa de eso.

Estrellita estrellita, ojo no te estrelles, no sea cosa que no encuentres de nuevo como subir. Si es que alguna vez estuviste arriba, aunque eso te gusta creer.

Lejos está la parte en donde creía que uno tiene esperanzas de progresar, de seguir adelante. Rara vez pasa, pero con esas gotas de lluvia uno se da cuenta simplemente de que vive, para mal o para bien, pero vive. Difícil decir si esa vida vale la pena, pero por lo menos hay que intentarlo aunque sea un poco, es cuestión de darle una oportunidad.

Hoy hay una pequeña estrella que intenta relucir sin quedarse en el camino. En ese mismo camino en el que muchos han fracasado. Solo las expectativas y la esperanza podrán decidir mejor que ella.

—————————————————————————————————-

20 julio 2008

Writing methodology

Escribir a veces resulta tan aristocrático como las palabras que uno puede llegar a utilizar, siendo estas mismas tan incomprensibles como lo que se quiere transmitir.

Un claro ejemplo es esta primera frase que acabo de poner antes de dar dos enter.

Saber transmitir las palabras no es para cualquiera, no se cómo te metiste en este mambo catártico de querer expresar algo que ni siquiera vos sabés qué es. Pero ¿acaso importa?. No, no importa, ni siquiera alguien va a llegar a leer estas líneas, ni siquiera porque le puede llegar a gustar lo que escribís en el mainstream de cuentos que escribís en el blog.

A veces es cansador tener que poner en palabras cosas que están lejos de tu alcance, como escribir cosas sobre personas que padecen enfermedades que estás lejos de padecer, como la agorafobia. Porque pasa que podés estár “sympathetic” con esos sentimientos, como el hecho de no querer salir de casa, producto del bicho en que te has convertido, casi sin quererlo. Pero también está éste tipo de escritura, escritura que se asocia más a la asociación libre de ideas que hacés cada vez que dejás volar la cabeza, sin apoyarte en nada, y que produce una suerte de éxtasis, una suerte de orgasmo catártico de cosas.

Capaz que no valorás eso como persona, o como escritora siquiera, pero es invaluable, porque cada tanto reventás, y no tenés por dónde reventar. ¿Los amigos? Pfff, minga, los amigos están para el levante, tristísimo pero cierto, las que tienen más de treinta, como leí el otro día, están en busca de alguien que las insemine y les saque ese bichito de ser madres. Mierda.

Ya nada te extraña, ya nada te llama la atención, Estás ahí, como una masa amorfa que ni gente da pa llamarse, que parece ante los demás hasta arrogante, porque aparentás ser indemne a cualquier cosa, así se te venga un terremoto o un tsunami arriba, lo tomás con la misma indiferencia con la que podés servirte un vaso de leche. ¿Y eso por qué? Porque la vida te ha dado tanto palo, te han hecho carente de afecto hacia las cosas rutinarias, y por eso te refugiás en teorías de masas sociales, para que le den un poco de sentido a lo que te rodea.

Le perdiste la sal a la vida y no sin motivos, y lo único que te salva, lo único que hace que no estés entrando en ese hospital de baldosas blancas y negras es poder escribir, algo, lo que sea, sin importar lo que fuera, y que por lo general no va a permanecer en privado, o sí en tu vida privada, porque en la vida real, esa que transcurre en términos de años civiles, nadie lee por más que se lo propusiera, lo que realmente debería leer. O ver, nadie está dispuesto a prestarte atención, has llegado al punto de tu vida en la que te asemejan a un mueble. Y te lo reprochan, porque no sos un mueble. Ojalá fueras un mueble, nadie jode a los muebles, los muebles no tienen sentimientos.

Vos sí, pero a nadie le importan, y eso es parte del maldito individualismo producto de la sociedad de hoy en día, porque estoy segura de que si te sentás en la mesa de tu comedor a decir “Voy a matar a alguien, ¿ta?”, nadie te escucharía, y cada uno seguría absorto en lo que le preocupa a cada uno.

Te piden una falsa hipocresía (valga la redundancia), te piden que te preocupes por los demás cuando a ellos no les importás un bledo. Y tenés que acceder a lo que te piden, sino quedás como el más hijo de puta. Queiren que seas hipócrita, te lo piden a gritos. ¿Y vos tenés que contestarles que sí? ¿Tenés que asimilarte a esa condición estúpida de pretender que te importan los demás? ¿Dejar que te ahoguen con sus preocupaciones, a riesgo de quedar encerrado en una camisa de fuerza?.

Escribí.

Escribí nomás, que es tu manotazo del ahogado.

18 julio 2008

A vein blows in the musical sorrow

La fecha no importa tampoco.

A veces pasa (y mirá que sí pasa), que uno no sabe hasta qué punto uno raya la locura o es cuerdo perimetralmente. No digo que esté loca, sino que estoy más bien en una etapa de punk comercial, una etapa que no es subversiva por analogía, pero tampoco se la puede catalogar de algo falso, algo que no existe. Existe, y está ahí, está ahí para decirme qué hiciste mal con tu vida que todavía no sos brillante, que hiciste mal con tu tiempo que todavía no hiciste algo útil sino mas bien futil.

Date cuenta que ni siquiera servís para entrar dentro de un estereotipo, como podría ser la novia romántica, la geek, la mina que es más puta que las gallinas.

Ni eso, porque si fuera más puta que las gallinas, podrían decirme puta y podría enorgullecerme de ello, pero ni siquiera eso, porque tengo otro tipo de carácter, uno que se debería haber definido hace años pero que quedó como un juego inconcluso, y que no tiene sentido ni razón de ser empezar a armarlo ahora, definirlo no me va a ayudar en lo más mínimo, porque capaz y tal vez no quiero definirlo.

Y me molesta dejar todo inconcluso, excepto que lo único que terminé fue lo que me daba algo de siniestra cordura, porque dejaba expresarse desde lo más banal hasta lo más crítico y punzante de mí. Y lo cambiaste por un blog de cuentos, uno de esos tantos que hay diseminados por toda la blogosfera, que expresa tu obra pero no expresa lo que sentís, porque capaz que estás para la mierda y tenés que escribir palabras felices, por más que te cueste admitirlo, caíste en la hipocresía de la ficción. Y una ficción bastante aclichesada, debo agregar.

Tenés esa cosa burguesa de que te conformás con poco, pase lo que pase sos indiferente a la realidad que te rodea. Y eso dentro de todo no está mal, porque la realidad que te rodea parece sacada del surrealismo más perverso, ése que parece estar dirigido por Paris Hilton en una versión ¿tarantinesca? llena de maniquíes a los que sólo le importa lo que los demás ven.

Es decir ¿a quién carajo le puede importar si escuchás a los Stones o a Pecho e Fierro? A nadie salvo a aquéllos que la vida le transcurre por la megalomanía, también aclichesada, de definir a las personas por lo que escuchan, porque tal vez entiendan que aquello que otros expresan en palabras los identifica con algo, con un status quo de las cosas que no tienen razón de ser.

Me convertí en un bicho de aquéllos a los que la vida se les resbala entre los dedos, y no quieren hacer nada al respecto, porque lo que los demás quieren les resulta tan banal como la premisa misma.

17 julio 2008

De4+

Mi madre, que en los últimos 23 años no le interesó mucho mi estudio, ahora me pregunta todos los días cuándo es que me voy a recibir, o por lo menos que empiece a trabajar de algo.

Mi hermana clama a los gritos que no me interesa en lo mas mínimo mi familia. Y por un lado tiene razón, solo que nunca se la voy a dar. Es así, no me interesa en lo más mínimo que ella quiera un auto, que no se lleve bien con mi madre, que se haya comprado ropa o haya cambiado de novio. Es algo que a esta altura me resulta como una figurita hiper repetida, que si en algún momento me resultó interesante, ya forma parte de mi rutina como dejar las llaves atrás de la puerta o cambiarme un par de medias.

Por otro lado cada vez tengo más responsabilidades que asumo con gusto, porque creo que las oportunidades no aparecen de la nada, sino que se crean. Es maravilloso cómo cuando uno se pone las pilas, tiende a ser mejor persona, tanto en el desarrollo personal como con los demás.

Estar en el centro nunca fue mi fuerte, sino más bien el perfil bajo, pero a medida que voy descubriendo esta posición dentro de mis 64 casillas, cada vez la disfruto más. Voy adquiriendo poder sobre mis decisiones, voy tomando las riendas.

Dama e4 es una posición arriesgada, es una posición para valientes o para ignorantes que no saben en lo que se meten. Puede resultar muy bien estar en el centro de las cosas, pero si no se juega bien sos el centro de los piedrazos.

Yo estoy dispuesta a correr ese riesgo.

24 junio 2008

El costumbrismo metódico

Siempre me tocan este tipo de situaciones comprometidas, en las cuales tengo que tomar una situación harto complicada que no quiero tomar.

Un amigo quiere algo más que una amistad, y de a poco me fui dando cuenta, pero por pura costumbre no le decía nada, nomás para mantener la situación al margen. Pero el otro día cambió la metodología y se mandó un encare espantoso, del cual lo único que cruzaba por mi mente era “¿Y ahora como zafo de esta?”.

Se ve que se le fue la timidez inicial porque ahora día y noche me llena a mensajes de texto, llamadas, no puedo ni abrir el msn que ya tengo una ventanita de él. Además que él sabe que aborrezco al tipo cursi de hombre, parece que no lo evita por gusto.

Y el otro día le mandé la típica de que no va a pasar nada nuevo: “Tenemos que hablar”, pero entre panes y flautas, no lo he podido ver (parte de eso porque estoy con una gripe monumental). ¿Y ahora qué le digo para no lastimarlo (mucho, convengamos que siempre duelen estas cosas)?.

No sé, me carcome la cabeza el que él no quiera volver la relación hacia atrás, y yo jamás quise que fuera hacia “adelante”. Porque aclaro, no tengo ni el más leve sentimiento hacia él, es más, a medida que me fue cayendo la ficha de lo que él sentía, más aversión ganaba.

15 junio 2008

En el horno

El otro día hablábamos con una amiga de la desaparición de las abuelitas tejedoras. ¡Es cierto! Mi abuela me comentaba que el otro día fue al shopping y vio unos zapatos que le gustaron, de un precio desorbitante, y me dijo que no se los compraría “ni en la perra life”. ¿Qué pasó con aquellas señoras que nos esperaban con un chocolate caliente en los días de frío?.

Con esta amiga, hablábamos de los gimnasios en general, y de las señoras de 40 o 50 años que van con calzas blancas super ajustadas (¿qué necesidad?) y no se pierden un paso de step. Si señoras, sépanlo, por cada una de ustedes hay una veinteañera que la envidia malsanamente parada al fondo de la clase.

En ese mismo instante, es cuando una dice ¿y yo que estuve haciendo todo ese tiempo? Porque esas señoras parecen que toman vitamina E desde los 5 años, y a mí, con 23 años, empiezo a tener patas de gallo. No es justo, se supone que a mi edad es cuando tenemos todo en orden y no afecta la gravedad, ¿quién nos mintió tan vilmente?.

Supongo que con la belleza interior no alcanza, para eso está el autoestima relativo del que hablaba en el post anterior, ése que es variable y que se cae por el piso cada vez que veo a una señora que podría ser mi mamá pero parece mi hermana (menor).

Extraño a las abuelitas tejedoras y a las señoras de los gatos, esas con las cuales no tenía que “competir”, sino que las miraba y me sentía mejor. Bien mala leche lo mío, pero irremediable.

Sucede, como siempre sucede, que el otro día salí a bailar. No es algo que ocurra muy seguido porque desde los 12 años que salgo, y ya me pudrió un poco, pero para complacer a mi hermana y a mi mejor amigo, salimos.

En un momento determinado, me cansé y me senté en un sillón. ¿Y a quién me encuentro? A la hija de mi ex profesor de guitarra a los lenguazos con un botija. La misma que cuando yo iba a aprender acordes, ella volvía de la escuela.

Pero eso no es todo. Como eso me bajoneó un poco ya alentándome a irme (ya no soy tan tolerante a las discotecas), fui a la barra a ahogar mis penas en whisky, y estaba mi prima de unas 15 primaveras pidiéndose un Pantera Rosa, y cuando me vio, me dice “No le digas nada a papá”. Ta, buenísimo.

Llega un momento de la vida en que a las actividades que realizamos en el día a día se acoplan los más jóvenes, y eso, por lo menos a mí, me vuelve nostálgica. Es un signo de que ya no somos los mismos pibes y pibas de antes. No me preocupa mucho, a no ser porque ahora no se me puede escapar que me encontré con mi prima en un bailongo. Se crean otros lazos de complicidad, supongo.

Pero definitivamente tengo que cambiar de boliche

13 junio 2008

Como quien no quiere la cosa...

...ya he escrito en otros blogs, y en algunos hasta sigo escribiendo:

* Pires clásicos de una mente casi brillante: Mi primer blog personal, muy divertido por cierto.
* Outstanding Thoughts: Un intento de blog personal en inglés, que me quedó medio bastante frustrado.
* Mile mile mile: Blog de cuentos con otros autores
* Transmutación: Mi propio blog de cuenttos, el cual continúo escribiendo.

Y ahora decidí darle otra oportunidad a los blogs personales.

10 junio 2008

¡Bienvenid@s!

Como todo blog que se precie de tal, les doy la bienvenida a este humilde espacio, que no se ni que mierda va a tener, pero me gusta.

¡Saludos!
 

Mona con escopeta | Creative Commons Attribution- Noncommercial License | Dandy Dandilion Designed by Simply Fabulous Blogger Templates