Ésta es, en definitiva, una de las mejores partes de tener un blog: Publicar cosas que no tenés ni la más pálida idea de si la gente las lee o no, pero tampoco te importa mucho.
Te da la libertad de escribir a sabiendas de que si hay público es anónimo. Y eso no se paga con nada. ¿Por qué un escritor podría llegar a decir semejante disparate?. Es muy sencillo: Vuelve el fantasma de lo desconocido, pero ya con los miedos superados, el miedo al que dirán no está más y uno puede escribir para sí mismo.
Igualmente sigo programando las entradas, no sea cosa de que me agarre desprevenida la falta de inspiración. En éste momento más que falta de inspiración, que no la hay, es falta de tiempo propio. Últimamente escribo cuando nadie me ve, cuando me hago un espacio, no como en estos últimos meses que la cosa era escribir todo el tiempo y después corregir.
Ahora es como tener un amante secreto, escribir pasa de ser un hobby rutinario a ser un lujo de alta necesidad, y eso le da un gustito extra, un placer inigualable.
Espero poder escribir algo más en el 2009, pero no garantizo nada. Quiero empezar a hacer más guiones, pero para hacer algo de una hora necesito un tiempo inigualable del cual no dispongo dentro de mi tiempo muerto.
¡Oh margot!.
Me acabo de dar cuenta de algo.
¡Estoy pensando en escritura alta! Jejejeje.
En fin, siempre dije que el ideal para escribir es cuando nadie te lee, y éste momento es maravilloso justamente por eso. Prefiero morir en el anonimato antes que escribir bestsellers.
Dixit.