31 julio 2008

La soledá

JuanT escribía en su blog (che, que disparate, vengo leyendo a JuanT todos los miércoles como los fieles que siguen una religión) que cada vez nos encontramos más solos, porque tendemos a aislarnos. Cita un artículo, que habla de que aprendemos a quitar lo molesto de nuestras vidas, y en realidad, ese pensar diferente, es lo que nos hace como sociedad.

Un ejemplo era que si hay alguien que piensa diferente a nosotros, tendemos a no tolerarlo, cuando antes era común aceptarlo. Ahora buscamos foros en Internet sobre los temas en los que hay 200 personas o más que piensan lo mismo que nosotros.

También decía que cada vez tendemos a confiar en menos personas, porque las amistades ya no son subjetivas.

A raíz de esto, me puse a charlar con mi mejor amigo sobre esto mientras caminábamos hacia su casa, y quedó pensando sobre esto él también. Me agregó que en un libro que él leyo (que me lo citó al autor, que no me acuerdo quién es, pero el libro se llama “Amor líquido”) decía que cada vez las relaciones se manejan más como en la economía capitalista, todos somos desechables, las parejas se buscan por grados de objetividad, éste me sirve por tal o cual motivo, y no por una cuestión de puro sentimiento.

Ya no existen los enamoramientos de antes, ni el morir por amor.

Creo que la gente está perdiendo esa condición humana, subjetiva, de sentir a las personas, no tanto ponerlas en una balanza y decir esto me sirve y esto no. Ya no está eso de que la quiero porque la quiero. Creo que mi hermano es lo más cercano a un sentimiento sincero que he visto, él cuando dice “Te amo mucho hermanita” realmente lo siente así, no es como el “Te amo” que se dice mi cuñado con mi otra hermana, que parece más una moneda de cambio, algo dicho totalmente al azar.

A todo esto se suma que ví “Wall-E”, la película de Walt Disney.

Es fantástica, en el sentido de que irónicamente refleja en un futuro lejano la sociedad de hoy en día. Lo que me resulta triste es que se necesiten dos robots que se aman para salvar a la humanidad, porque el ser humano, con tanta tecnología, queda incapacitado para relacionarse con los demás. Además que dos robots se amen es como un mensaje subliminal de Walt que dice “Miren que si los seres humanos individualistas pierden la capacidad de amar, se va a necesitar a dos seres que carezcan de por sí de sentimientos, que los van a tener programados por aquéllos que los perdieron, para salvarlos”.

No se, me parece que estamos en el horno (me incluyo). Realcionarnos es una cosa que cada vez cuesta un poquito más, y sentir y confiar aún más. Deberíamos empezar por ser tolerantes con aquello que nos jode, para aprender a ser sociedad, y cuando lleguemos a ese punto vamos a poder relacionarnos como la gente de antaño, que saludaba al vecino todas las mañanas.

23 julio 2008

De los uruguayos

Somos un país que no tiene catástrofes naturales, la criminalidad está dentro de los parámetros normales (es decir, yo estoy segura de que voy a la Facultad y nadie me va a secuestrar, ni a tirotear), estamos mejor económicamente que otros países, incluso dentro de Latinoamérica, no sufrimos de discriminación ni somos mayormente discriminantes, y la mayor causa de muertes son los accidentes de tránsito.

Pero nos quejamos como si el clima fuera a traer un tornado, nos fueran a asaltar cada vez que salimos de nuestra casa, esa persona que nos va a asaltar seguramente sea un plancha que está pasado de pasta base, y la plata no nos va a rendir jamás.

Algo de razón hay. Pero señora, yo no veo que usted deje de comprarse ropa, y señor, yo no veo de que deje de fumar para que le rinda la plata un poquito más. Tampoco veo a gente voluntaria en las escuelas para disminuir el índice de abandonos, ni ayudando a rehabilitar a los presos de allí, ni respetando las leyes de tránsito para reducir la tasa de mortalidad, ni protestando con una cacerola cuando le suben la contribución.

Nop.

Al uruguayo le gusta quejarse y alarmarse, pero en la chiquita.

Los argentinos serán tal o cual cosa, pero por lo menos protestan, y en grande.

Señoras y señores, si no nos ponemos las pilas, si no ayudamos aunque sea un poquito, no va a cambiar ni el clima, ni los asaltos, ni la falta de plata. No va a cambiar nada.

La inconmensurable estupidez humana

Yo se que no soy ni la fuente de la sabiduría, menos la de la experiencia, que soy joven, que tengo mucho camino por delante, que no me las se todas ni cuando tenga 80 me las voy a saber, que no soy referencia de nada ni de nadie, que soy un cero flaco a la izquierda de la vida, y todas esas cosas que le dicen a una.

Pero cuando se trata de pensamientos estúpidos, está esa gente soberbia, que se las da de sabelotodos, de gente sabia y experiente, de intelectuales de la posmodernidad, de la mismísima cultura, que habría que tirarlos a todos adentro de un pozo, vaciar las reservas naturales de petróleo dentro del mismo pozo, y prenderlo fuego con un lanzallamas.

Una cosa es venir a decirme que la madurez conlleva responsabilidad, que conlleva libertades y obligaciones junto con ella, etcétera etcétera, pero venir a decirme que soy inmadura porque me olvidé de colgar la ropa, vamos che, yo se que la ropa se seca, capaz que no hoy, pero en unas horitas se seca en el mismo canasto en que uno la pone para colgarla. Nadie se muere por no colgar la ropa, uno no se va a dejar de hacer responsable de sus hijos, ni va a dejar de laburar o de estudiar, no va a empezar a matar gente ni a dejar de votar, sólo porque se olvidó de colgar la ropa.

Hay veces en las que no entiendo qué conlleva la madurez, porque los criterios para embretarla son tan difusos como decir que el dadaísmo es parte de la cultura que promueve Britney Spears. Es estúpido pensar así.

Creo que todo esto forma parte de esta cultura hueca que se nos impone a los seres humanos, vivir para trabajar, trabajar para poder consumir, cuanto menos nos relacionemos con los seres humanos mejor, y por este camino vamos hasta que en algún momento el delito de ultraje al pudor va a estar definido como: “Comete ultraje al pudor todo aquél que por medio de un e-mail, chat, comercial de televisión o de ropa interior, mostrare un poco más de lo previsto en la edición digital de Playboy.tv, penándose con 10 a 15 años de sustracción de la conexión del ADSL”.

No jodan mierda, así no quiero traer hijos a este mundo, porque no quiero llegar al punto en el que mi máxima preocupación sea lavar los platos, es como que uno deja de sentir para pasar a ser un robot. Por eso no me cabe la menor duda de la decadencia de la poesía inteligente para dar paso a la micropoesía adolescente, esa que es como tomarse un litro de miel y escrito con ke, vs, tmb, y toda la menor cantidad de vocales que se les pueda ocurrir.

Y cuando alguien dice o expresa lo que siente, por lo general suena raro y obsceno al oído común, es como algo inaudito, algo prohibido, un maldito tabú. La estupidez humana llega hasta el grado de que hablar de uno mismo con respecto a los demás, pero de lo que se puede sentir de verdad, más allá del “Me quiero coger a Fulano/Mengana” -tristemente, esta semana lo oí como 40 veces-, sea algo que está fuera de los cabales del común de la población.

Mi vieja a veces tiene esas cosas de rubia hueca que son comunes a toda la población. Felizmente, a veces se expresa, aunque le importe un bledo lo que puedan opinar los demás, es más, jamás le importará lo que le digan los demás. Pero queda en esa persona, un resquicio de lo que a los clásicos se les daba por llamar “sentimiento”.

(Admito: Tiene sentimientos, pero la mayoría de las veces coliden con los míos).

En lo que a mí respecta, prefiero no madurar, si ser estúpida es lo que se obtiene como resultado.

Work-a-holic

Acabo de leer esto, que me tiró todas las pretensiones pesimistas al piso:

…pero sí puedo decir que la felicidad engendrada por una cantidad avasallante de actividades y proyectos, es una fantasía; existe en el imaginario, tal vez en las series de televisión cada vez que una sobradora rubia le dice al loser que la persigue “-Get a life!”.

Todos sentimos que lo que hacemos no es suficiente, el mundo capitalista-consumista nos convierte a todos en histéricos deseando más de lo que tenemos. Puede ser un pantalla plana, un doctorado en Princeton, un conejo inflable, una familia, un libro escrito por uno mismo o una foto autografiada de la Coca Sarli, pero siempre estamos insatisfechos, siempre podemos hacer más y no lo hacemos. Y es exactamente por eso que sin importar cuan ocupada haya sido nuestra vida, siempre existirá un vacío que nos hará identificarnos con estos personajes. Sentimos lástima de nosotros mismos, reímos, nos enamoramos, viajamos y cambiamos de humor junto a ellos.
Viene de acá
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Y después está esto otro (si van a comentar, comentenle a JuanT que fue el que lo escribió):
Manifiesto de un joven:
Es una carga bastante pesada ser joven: se supone que tienes tanto en tus manos, tanto futuro, tantas facilidades, que hasta te sientes un poco estúpido por no aprovecharlas.

Se supone que tienes mucho tiempo a tu disposición, que puedes como nadie dedicarte a pensar y a hacer lo que realmente quieras. No nos engañemos: eso no es cierto, es la primer mentira que hay que tirar abajo. Si sos joven estás en la etapa en que tienes que salir adelante, hacer algo “por tu futuro”. Aunque no tengas idea de qué hacer, eso no importa, algo tienes que hacer.
Si estudias, tienes que hacerlo con ferocidad, con todas tus fuerzas, buscando salvar la mayor cantidad de materias por año que puedas para mantenerte adelante en la carrera, sin importar demasiado cómo. El plan educativo que tenemos los jóvenes de este lado del mundo asume que tienes todo el tiempo que necesitas para absorber todos los conocimientos, digerirlos, procesarlos, al mismo tiempo que también entiendes por qué tienes que hacer las cosas de ese modo, por qué tienes que aprender las cosas así. Nadie se molesta en explicarte el por qué de muchas cosas, las conexiones entre lo que necesitas, lo que estudias y lo que te sirve no son tan claras, pero no importa. Solo se paran con una regla al final, miran tus números, y te miden. Vos, en números.

Por supuesto, estudiar es solo la punta del iceberg: se estudia para trabajar. El trabajo, cuanto antes se consiga, mejor. Si sos estudiante, tienes más posibilidades de conseguir un trabajo, porque te pueden pagar menos, porque si te equivocas no se van a molestar tanto, en todo caso, sos justo lo que necesitan. Si ya estás recibido y no trabajaste, lo siento: está bien que hayas estudiado en profundidad, está bien que hayas querido terminar una etapa de tu vida y luego comenzar la otra, pero no es lo que necesitamos.
Entonces te conviertes en un adulto, en una persona con responsabilidades, antes de siquiera asumirlo, antes de darte cuenta. Estás ya metido en el esquema, y te fue pasando de manera tan gradual (y, después de todo, “todo el mundo lo hace”) que no pudiste pensar si ese era el esquema que querías para vos.
Y pobre de vos si quieres parar. Si todos lo hacen, tú también tienes que poder estudiar y trabajar. ¿Y vivir? Bueno, eso más tarde, sos joven, ya tendrás tiempo.

Somos jóvenes en una sociedad en la que todos quieren ser jóvenes. Somos poderosos solo por eso, sin saber bien qué tiene de especial. Todos buscan ser como vos, buscan ser jóvenes de vuelta, y vos tienes que estar viviendo maravillosamente esta etapa, porque es lo más próximo a la felicidad que vas a llegar. ¿Es que ser adulto es tan malo? ¿Da tanto miedo? ¿Si esta época no se siente como la mejor de mi vida, el futuro no será mejor?
¿Qué me están diciendo?

Dicen que la juventud está desperdiciada en los jóvenes, que no haremos nada con ella que desperdiciamos el tiempo. Si yo fuera tú, te dicen los que te doblan en edad, si yo fuera tú estaría viviendo al máximo, aprovechando al máximo esa “etapa” de tu vida.

La juventud puede ser una época llena de idelaes, de mitos y de ignorancia, de ideas que existen flotando sin considerar la realidad de nuestros días, pero sin esos ideales, sin esa creencia de que se puede conseguir algo mejor no se puede mover al mundo.
Qué importa si no hacemos lo que nos dicen que hagamos, de todas maneras creceremos y sin darnos cuenta ya seremos adultos, y claro que habremos desperdiciado oportunidades. Pero la juventud no tiene que ser sobre demostrarle al mundo lo que valemos, la juventud nos tiene una tarea mucho más difícil entre manos: demostrarnos a nosotros mismos lo que valemos, el resto llegará con el tiempo.

Y si no llega…bueno, al menos disfruté de estar vivo.

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Twinkle, Twinkle Little star

You are The Star

Hope, expectation, Bright promises.

The Star is one of the great cards of faith, dreams realised

The Star is a card that looks to the future. It does not predict any immediate or powerful change, but it does predict hope and healing. This card suggests clarity of vision, spiritual insight. And, most importantly, that unexpected help will be coming, with water to quench your thirst, with a guiding light to the future. They might say you’re a dreamer, but you’re not the only one.

What Tarot Card are You?
Take the Test to Find Out.

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Hay veces que me siento como una pequeña estrella de la carta de Tarot, llena de esperanzas, expectativas y promesas brillantes. Lástima que nunca llego a terminar nada. Como dice mi carta, soy una soñadora sin remedio, me cuesta admitir que la vida real no es tan facil como la pintaron. Las expectativas perduran hasta que se pierde la esperanza, y hay días que siento que la esperanza se drena.

Otros estoy un poco más optimista con la vida y dejo que me sorprenda un poco el mojarme con los días de lluvia, sentir cómo las gotas recorren mi cara. Como hoy.

Y que bruto resfrío me agarré por culpa de eso.

Estrellita estrellita, ojo no te estrelles, no sea cosa que no encuentres de nuevo como subir. Si es que alguna vez estuviste arriba, aunque eso te gusta creer.

Lejos está la parte en donde creía que uno tiene esperanzas de progresar, de seguir adelante. Rara vez pasa, pero con esas gotas de lluvia uno se da cuenta simplemente de que vive, para mal o para bien, pero vive. Difícil decir si esa vida vale la pena, pero por lo menos hay que intentarlo aunque sea un poco, es cuestión de darle una oportunidad.

Hoy hay una pequeña estrella que intenta relucir sin quedarse en el camino. En ese mismo camino en el que muchos han fracasado. Solo las expectativas y la esperanza podrán decidir mejor que ella.

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20 julio 2008

Writing methodology

Escribir a veces resulta tan aristocrático como las palabras que uno puede llegar a utilizar, siendo estas mismas tan incomprensibles como lo que se quiere transmitir.

Un claro ejemplo es esta primera frase que acabo de poner antes de dar dos enter.

Saber transmitir las palabras no es para cualquiera, no se cómo te metiste en este mambo catártico de querer expresar algo que ni siquiera vos sabés qué es. Pero ¿acaso importa?. No, no importa, ni siquiera alguien va a llegar a leer estas líneas, ni siquiera porque le puede llegar a gustar lo que escribís en el mainstream de cuentos que escribís en el blog.

A veces es cansador tener que poner en palabras cosas que están lejos de tu alcance, como escribir cosas sobre personas que padecen enfermedades que estás lejos de padecer, como la agorafobia. Porque pasa que podés estár “sympathetic” con esos sentimientos, como el hecho de no querer salir de casa, producto del bicho en que te has convertido, casi sin quererlo. Pero también está éste tipo de escritura, escritura que se asocia más a la asociación libre de ideas que hacés cada vez que dejás volar la cabeza, sin apoyarte en nada, y que produce una suerte de éxtasis, una suerte de orgasmo catártico de cosas.

Capaz que no valorás eso como persona, o como escritora siquiera, pero es invaluable, porque cada tanto reventás, y no tenés por dónde reventar. ¿Los amigos? Pfff, minga, los amigos están para el levante, tristísimo pero cierto, las que tienen más de treinta, como leí el otro día, están en busca de alguien que las insemine y les saque ese bichito de ser madres. Mierda.

Ya nada te extraña, ya nada te llama la atención, Estás ahí, como una masa amorfa que ni gente da pa llamarse, que parece ante los demás hasta arrogante, porque aparentás ser indemne a cualquier cosa, así se te venga un terremoto o un tsunami arriba, lo tomás con la misma indiferencia con la que podés servirte un vaso de leche. ¿Y eso por qué? Porque la vida te ha dado tanto palo, te han hecho carente de afecto hacia las cosas rutinarias, y por eso te refugiás en teorías de masas sociales, para que le den un poco de sentido a lo que te rodea.

Le perdiste la sal a la vida y no sin motivos, y lo único que te salva, lo único que hace que no estés entrando en ese hospital de baldosas blancas y negras es poder escribir, algo, lo que sea, sin importar lo que fuera, y que por lo general no va a permanecer en privado, o sí en tu vida privada, porque en la vida real, esa que transcurre en términos de años civiles, nadie lee por más que se lo propusiera, lo que realmente debería leer. O ver, nadie está dispuesto a prestarte atención, has llegado al punto de tu vida en la que te asemejan a un mueble. Y te lo reprochan, porque no sos un mueble. Ojalá fueras un mueble, nadie jode a los muebles, los muebles no tienen sentimientos.

Vos sí, pero a nadie le importan, y eso es parte del maldito individualismo producto de la sociedad de hoy en día, porque estoy segura de que si te sentás en la mesa de tu comedor a decir “Voy a matar a alguien, ¿ta?”, nadie te escucharía, y cada uno seguría absorto en lo que le preocupa a cada uno.

Te piden una falsa hipocresía (valga la redundancia), te piden que te preocupes por los demás cuando a ellos no les importás un bledo. Y tenés que acceder a lo que te piden, sino quedás como el más hijo de puta. Queiren que seas hipócrita, te lo piden a gritos. ¿Y vos tenés que contestarles que sí? ¿Tenés que asimilarte a esa condición estúpida de pretender que te importan los demás? ¿Dejar que te ahoguen con sus preocupaciones, a riesgo de quedar encerrado en una camisa de fuerza?.

Escribí.

Escribí nomás, que es tu manotazo del ahogado.

18 julio 2008

A vein blows in the musical sorrow

La fecha no importa tampoco.

A veces pasa (y mirá que sí pasa), que uno no sabe hasta qué punto uno raya la locura o es cuerdo perimetralmente. No digo que esté loca, sino que estoy más bien en una etapa de punk comercial, una etapa que no es subversiva por analogía, pero tampoco se la puede catalogar de algo falso, algo que no existe. Existe, y está ahí, está ahí para decirme qué hiciste mal con tu vida que todavía no sos brillante, que hiciste mal con tu tiempo que todavía no hiciste algo útil sino mas bien futil.

Date cuenta que ni siquiera servís para entrar dentro de un estereotipo, como podría ser la novia romántica, la geek, la mina que es más puta que las gallinas.

Ni eso, porque si fuera más puta que las gallinas, podrían decirme puta y podría enorgullecerme de ello, pero ni siquiera eso, porque tengo otro tipo de carácter, uno que se debería haber definido hace años pero que quedó como un juego inconcluso, y que no tiene sentido ni razón de ser empezar a armarlo ahora, definirlo no me va a ayudar en lo más mínimo, porque capaz y tal vez no quiero definirlo.

Y me molesta dejar todo inconcluso, excepto que lo único que terminé fue lo que me daba algo de siniestra cordura, porque dejaba expresarse desde lo más banal hasta lo más crítico y punzante de mí. Y lo cambiaste por un blog de cuentos, uno de esos tantos que hay diseminados por toda la blogosfera, que expresa tu obra pero no expresa lo que sentís, porque capaz que estás para la mierda y tenés que escribir palabras felices, por más que te cueste admitirlo, caíste en la hipocresía de la ficción. Y una ficción bastante aclichesada, debo agregar.

Tenés esa cosa burguesa de que te conformás con poco, pase lo que pase sos indiferente a la realidad que te rodea. Y eso dentro de todo no está mal, porque la realidad que te rodea parece sacada del surrealismo más perverso, ése que parece estar dirigido por Paris Hilton en una versión ¿tarantinesca? llena de maniquíes a los que sólo le importa lo que los demás ven.

Es decir ¿a quién carajo le puede importar si escuchás a los Stones o a Pecho e Fierro? A nadie salvo a aquéllos que la vida le transcurre por la megalomanía, también aclichesada, de definir a las personas por lo que escuchan, porque tal vez entiendan que aquello que otros expresan en palabras los identifica con algo, con un status quo de las cosas que no tienen razón de ser.

Me convertí en un bicho de aquéllos a los que la vida se les resbala entre los dedos, y no quieren hacer nada al respecto, porque lo que los demás quieren les resulta tan banal como la premisa misma.

17 julio 2008

De4+

Mi madre, que en los últimos 23 años no le interesó mucho mi estudio, ahora me pregunta todos los días cuándo es que me voy a recibir, o por lo menos que empiece a trabajar de algo.

Mi hermana clama a los gritos que no me interesa en lo mas mínimo mi familia. Y por un lado tiene razón, solo que nunca se la voy a dar. Es así, no me interesa en lo más mínimo que ella quiera un auto, que no se lleve bien con mi madre, que se haya comprado ropa o haya cambiado de novio. Es algo que a esta altura me resulta como una figurita hiper repetida, que si en algún momento me resultó interesante, ya forma parte de mi rutina como dejar las llaves atrás de la puerta o cambiarme un par de medias.

Por otro lado cada vez tengo más responsabilidades que asumo con gusto, porque creo que las oportunidades no aparecen de la nada, sino que se crean. Es maravilloso cómo cuando uno se pone las pilas, tiende a ser mejor persona, tanto en el desarrollo personal como con los demás.

Estar en el centro nunca fue mi fuerte, sino más bien el perfil bajo, pero a medida que voy descubriendo esta posición dentro de mis 64 casillas, cada vez la disfruto más. Voy adquiriendo poder sobre mis decisiones, voy tomando las riendas.

Dama e4 es una posición arriesgada, es una posición para valientes o para ignorantes que no saben en lo que se meten. Puede resultar muy bien estar en el centro de las cosas, pero si no se juega bien sos el centro de los piedrazos.

Yo estoy dispuesta a correr ese riesgo.

Disclaimer

Éste blog no se hace responsable de nada, es un blog personal, y todos los derechos, palabras, y frases cuasi originales se encuentran reservadas para la autora.

Quien dude de ésto se las verá con la ley.
 

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